9 casos de malos tratos en la residencia de ancianos investigada por apropiación indebida

Más anomalías en el caso de la posible apropiación indebida de 9.000 euros por parte de un concejal del PNV del municipio vizcaíno de Karrantza en una residencia de ancianos. Documentación interna del centro revela la existencia de nueve casos concretos de malos tratos a los usuarios: agresiones de trabajadoras de la residencia que dejan sin andar a una paciente durante varios meses, bofetones, tirones de pelo o insultos. Las protagonistas, según los documentos, son trabajadoras cercanas al presidente de la residencia, el concejal del PNV en Karrantza Julián Isuskiza, investigado por la apropiación indebida.

Julian Isuskiza, concejal y portavoz del PNV en el Ayuntamiento de Karrantza.

Como ha informado este blog, el pasado 11 de abril una ex trabajadora de la Residencia Fundación Hospital Asilo Nuestra Señora de los Desamparados del Valle de Carranza (la única de Karrantza creada hace un siglo por un benefactor y que recibe ayudas públicas de la Diputación de Bizkaia) denunció ante la Fiscalía de Bizkaia el uso indebido de 9.000 eros. Una residente depositó en 2013 en la caja fuerte del despacho de la dirección ese dinero con la condición de que se utilizase para construir un panteón cuando falleciera. Pero, según la documentación aportada, el presidente de la Fundación de la Residencia,  Julián Isusquiza, la vicepresidenta Juana Fisure Portillo y la secretaria María Cruz Pardo “presuntamente utilizaron este dinero para pagar en mano 9.000 euros a la empresa Hostelfar para una primera entrega de pago de electrodomésticos para la Residencia”. El juzgado tiene la factura del pago, que  “no tiene asiento contable en las cuentas de la Fundación”.

La residente falleció en abril de 2015 sin cumplir su voluntad de que sus restos se trasladaran a un panteón de la residencia. El presidente y concejal del PNV confirmó, en una reunión de  la Fundación de la residencia, que el dinero se destinó a electrodomésticos y que la donante había sido incinerada pero estas explicaciones no se reflejaron en el acta.

La existencia de malos tratos ya fue denunciada en un escrito en febrero de 2016 por varios patronos de la junta directiva de la residencia. En concreto, se referían a una trabajadora que “maltrataba verbalmente a residentes y que origina cuadros de ansiedad en los mismos y que cuando es requerida por tos superiores, estos son igualmente insultados de forma grave e hiriente. Esta trabajadora se sabe protegida por los directivos”.

El escrito agrega la discriminación ejercida por el presidente de la residencia. “Una misma causa disciplinaria es muy diferentemente tratada según si la persona afectada pertenece al entorno amistoso-afectivo, o si por el contrario no está dentro de los lazos de amistad con el Presidente”.

 

«Una trabajadora la ha lanzado sobre la cama y después le ha dado un golpe al tirarla sobre el baño. Tras este incidente Tina deja de andar durante muchos meses”

 

Los casos de malos tratos aparecen reflejados en un documento interno de la residencia, que relata casos concretos en 2014 y 2015. “[La trabajadora] la ha lanzado sobre la cama y después le ha dado un golpe al tirarla sobre el baño. Tras este incidente Tina deja de andar durante muchos meses”. “Tras oír unos gritos enormes y golpes, está Itziar [una trabajadora] en el baño de al lado de la sala chillando a Hilario [un usuario], le está insultando, amenazándole y zarandeándole.”.

Entrada a la residencia de ancianos de Karrantza.

O el caso de otra anciana. “Cuando se acerca la noche, comienza a temblar, habla de una auxiliar que es como negra, muy morena y con el pelo corto y voz grave (habla de Itziar), la describe como una persona mala, que te mira con unos ojos que parece que te va a ahogan. Es un demonio. Comenta que por la noche la ha agarrado alguna vez de la cintura y la ha tirado contra las barras de la cama, como una salvaje».

La dirección de la residencia llegó a suspender, como aparece en la documentación, de empleo y sueldo a dos trabajadoras,  porque que se negaron a dar de cenar a un usuario y por el intento de agresión a otro. Pero, según fuentes del centro, en uno de los casos el presidente volvió a contratar durante esos días de suspensión a una de las sancionadas para otras tareas, lo que dejó el castigo sin efecto práctico.

Estas malas prácticas provocaron protestas de familiares. En febrero de 2016, un familiar de un usuario presentó una queja porque le encontró solo en calzoncillos en su habitación. Hay otro caso de una residente tutelada (quienes carecen de autonomía por su incapacidad) a quien le sacaron de su cama estirándole del pelo y le cambiaron a una habitación en peores condiciones, en un área en el que desde 1972 no se ha acometido ninguna reforma. En abril del pasado año, un usuario permaneció en la calle desde las 21.30 horas hasta las 6 de la mañana del día siguiente porque no se comprobó si estaba en su habitación a la hora de acostarse.

Las quejas de varios patronos que apuntaba a los malos tratos incluían también fuertes críticas a la gestión del presidente Julián Isuskiza, al que acusaron de actuar “como si la residencia fuera un feudo propio”, adoptando acuerdos de forma personal sin contar con la junta y contratando personal “bajo criterios absolutamente subjetivos, atendiendo más a lazos de amistad, cercanía vecinal o ideológica con el presidente”. Tras estas quejas, la junta de la residencia tuvo que abordarlas y acordó en marzo de 2017 crear una comisión de investigación, cuyo trabajó concluyó tres meses después. El acta, sin firma y sin referencia a los miembros de la comisión que elaboraron el informe, concluye que «el funcionamiento de la residencia y su junta directiva es correcto». Resulta especialmente llamativo que dicha acta no haga ninguna alusión a la presunta apropiación indebida de los 9.000 euros, que apenas un año después está siendo investigada por los tribunales.

Mientras, este martes el juzgado de Balmaseda que investiga el caso, que ha activado las diligencias tras el verano, ha tomado declaración a la denunciante, quien se ha ratificado en la información documentada que presentó sobre la apropiación indebida y ha aportado nueva documentación.

Además del presunto delito de apropiación indebida, los casos documentados de malos tratos y pasividad de la presidencia incrementan la inquietud sobre el funcionamiento de este centro. Una residencia de mayores debe dedicarse al exquisito cuidado de los pacientes y, cuando su gestión es compartida por una junta de patronos, son intolerables las prácticas despóticas y el amiguismo hacia unos trabajadores cuestionados por su profesionalidad. Y crear una comisión de investigación que apenas ve anomalías y no indaga sobre el desvío de 9.000 euros suena a cortina de humo.

4 Comentarios
  • egurre

    10 octubre, 2017at10:55 pm Responder

    Residentes que se quejan de la escasez de la comida, deficiente atención sanitaria, mala atención y cuidadado a algunos residentes, decisiones arbitrarias y fuera de todo sentido común por parte de responsables, instalaciones viejas con cortes de luz y problemas diarios con los ascensores…..y más

  • egurre

    10 octubre, 2017at10:55 pm Responder

    Residentes que se quejan de la escasez de la comida, deficiente atención sanitaria, mala atención y cuidadado a algunos residentes, decisiones arbitrarias y fuera de todo sentido común por parte de responsables, instalaciones viejas con cortes de luz y problemas diarios con los ascensores…..y más

  • Leire

    12 octubre, 2017at2:24 pm Responder

    Buenos días,
    Creo que se debería anteponer el respeto, el respeto a las familias, el respeto a Tina, que está fallecida y no tiene la posibilidad de decir nada al respecto de lo que aquí se argumenta.
    Si es cierto ésto, se debería de haber comunicado a la familia en su momento, tomar medidas contra la trabajadora, la dirección, y compensar a Tina por un acto como el que se relata. Y no quitar hierro al asunto.
    Si los hechos no fueron como se relatan, no entiendo porque se utiliza el nombre de personas para fines sensacionalistas.
    Espero que el periodista, el denunciante y la asociación se disculpe públicamente, y dejen descansar en paz la memoria de mi abuela, que a pocos días de cumplir el primer año de su muerte no creo necesario que se esté mencionado en una guerra que tiene otros fines que no van con ella.
    Atentamente Leire Ruiz.

  • Leire

    12 octubre, 2017at2:24 pm Responder

    Buenos días,
    Creo que se debería anteponer el respeto, el respeto a las familias, el respeto a Tina, que está fallecida y no tiene la posibilidad de decir nada al respecto de lo que aquí se argumenta.
    Si es cierto ésto, se debería de haber comunicado a la familia en su momento, tomar medidas contra la trabajadora, la dirección, y compensar a Tina por un acto como el que se relata. Y no quitar hierro al asunto.
    Si los hechos no fueron como se relatan, no entiendo porque se utiliza el nombre de personas para fines sensacionalistas.
    Espero que el periodista, el denunciante y la asociación se disculpe públicamente, y dejen descansar en paz la memoria de mi abuela, que a pocos días de cumplir el primer año de su muerte no creo necesario que se esté mencionado en una guerra que tiene otros fines que no van con ella.
    Atentamente Leire Ruiz.

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