El chantaje de 160.000 euros del administrador de empresas en quiebra
El asunto ha pasado muy desapercibido pero es de extrema gravedad. Un administrador concursal ha sido condenado, en una sentencia judicial firme, a dos años de cárcel por un chantaje de nada menos que 160.000 euros a la empresa que debía gestionar con independencia y justicia.
La figura de los administradores concursales es desconocida sobremanera por la ciudadanía. Son las personas que, por designación de un juez, deben administrar una empresa cuando está en quiebra, al entrar en lo denominado técnicamente concurso de acreedores. Tienen un gran poder: deben determinar si la quiebra es fortuita o provocada por los administradores de la compañía, que en este caso pueden enfrentarse incluso a penas de cárcel. Deben proceder en su caso a la liquidación o venta de la empresa. Tienen en sus manos el futuro de la compañía y sus bienes. Y sobre todo es un gran negocio crecido sin límite en esta crisis ilimitada: en España, en el proceso de Martinsa Fadesa, el más grande de los últimos años, la retribución ha llegado a los cuatro millones de euros para los administradores concursales.
El administrador concursal condenado se llama Juan José Unceta-Barrenechea y fue cazado porque la empresa que gestionaba, una constructora de Castro Urdiales, denunció el delito ante la Fiscalía: Amenazaba con «complicarle la vida aún más si no se le pagaban distintos importes de dinero en metálico». Aunque las sentencias, en este caso dictada por la Audiencia de Bizkaia (fallo número 72/15), son públicas y pueden ser conocidas por cualquiera, este fallo solo omite un dato en sus cuatro folios: aparece en blanco el nombre del condenado, a diferencia del nombre de la constructora afectada. Alguien en el Palacio de Justicia de Bilbao ha borrado el nombre del chantajista. El fallo se ha dictado sin juicio tras un acuerdo entre las partes tras imputar al administrador del delito de cohecho «por emitir informe razonado y documentado sobre los hechos relevantes para la calificación de concurso». Tradicional lenguaje judicial enrevesado que no aporta más datos del delito.
[pullquote]En la sentencia condenatoria no aparece el nombre del administrador concursal. Alguien en el Palacio de Justicia de Bilbao ha borrado el nombre del chantajista[/pullquote]
El chantaje de este administrador concursal (quien al no tener antecedentes penales se libra de la cárcel) aporta una sombra más a este deseado negocio de la gestión de empresas en quiebra. En Euskadi jueces del área mercantil han elegido a dedo administradores concursales que luego les pagan la asistencia a congresos que organizan dichos administradores. Los magistrados cobran un honorario por estos eventos y tienen todos los gastos pagados. Se celebran en jornadas laborables.
El juzgado de lo mercantil número 1 de Bilbao adjudicó en 2012 y 2013 nueve concursos a cinco empresas que le han invitado a participar en congresos. Es el mismo juzgado que adjudicó varios concursos al administrador condenado por chantaje antes de que fuera descubierto.
La discrecionalidad en la elección de los administradores de empresas en quiebra ha ido en aumento por parte de algunos jueces. La ley permite la designación directa en casos excepcionales. La realidad indica que el negocio recae en una minoría: entre 2007 y 2014, ocho personas han administrado 671 empresas, como contaba El Mundo en una información titulada Abogados y jueces que hacen negocio con las quiebras de empresas.
Un exjuez de lo mercantil de Bilbao, Edorta Etxarandio, es uno de los principales adjudicatarios de las administraciones concursales en España. Etxarandio fue titular de un juzgado de lo mercantil hasta 2008, los órganos judiciales que precisamente eligen a los administradores de los concursos. Tras dejar su plaza, fichó por un importante bufete de abogados y se dedicó a esta tarea de gestionar empresas en crisis.
El ranking de administradores concursales, que se puede consultar por internet, señala que Etxarandio se llevó 68 concursos en cuatro años, en concreto entre 2009 y 2013. Aparece en el sexto lugar entre un listado de más de 9.000. Pero el exjuez es, además, apoderado de Interconcursal, la empresa líder en España en la gestión de quiebras de empresas, con un total de 285 entre 2012 y 2013.
Un administrador chantajista, ex jueces que se pasan al negocio, magistrados que reciben dietas y disfrutan de viajes en su horario laboral. Demasiadas sombras cuando existen multimillonarias cifras tan cerca.
Sin comentarios