El juez que se forró con las empresas en quiebra ya tiene plaza en San Sebastián
El juez que durante ocho años se ha forrado con la administración de empresas en quiebra tiene ya destino. Edorta Etxarandio, cuya historia se asemeja demasiado a las famosas puertas giratorias, tiene plaza como magistrado del juzgado de primera Instancia número 5 de San Sebastián.
En mayo pasado se hizo pública su petición de reincorporarse a la carrera judicial tras ocho años como administrador concursal, un negocio en alza durante los años de la larga crisis económica. Pero justo antes, entre 2006 y 2008, fue el titular del juzgado número 2 de lo mercantil de Bilbao, que son precisamente los encargados de tramitar los concursos de acreedores de las empresas en quiebra.
La entrada en crisis de una empresa (el concurso de acreedores, anteriormente denominado suspensión de pagos) supone la inmediata intervención judicial, a la que sigue la designación, por parte de un juzgado de lo mercantil, de los llamados administradores concursales que se encargan de la gestión de la compañía. Estos administradores tienen prácticamente el poder total de la empresa: deciden las ventas y compras de la empresa en quiebra, la situación de los trabajadores o la responsabilidad de los hasta entonces gestores de la empresa.
Es un buen negocio: junto a una cantidad fija estipulada en la ley, se puede obtener un 50% de retribución adicional si así lo estima el juez y el adjudicatario también se lleva el 1% de los bienes que se recuperen de la quiebra de la empresa. En España, en el proceso de Martinsa Fadesa, el más grande de los últimos años, la retribución ha llegado a los cuatro millones de euros para los administradores concursales,
En todas estas tareas, y con éxito, ha estado ocho años el juez Etxarandio. El ranking de administradores concursales, que se puede consultar por internet, señala que Edorta Etxarandio se llevó 68 concursos en cuatro años, en concreto entre 2009 y 2013. Aparece en el sexto lugar entre un listado de más de 9.000. Pero era, además, apoderado de Interconcursal (el domicilio social estaba en su casa de Bilbao), la empresa líder en España en la gestión de quiebras de empresas, con un total de 285 entre 2012 y 2013.
El inicio de la carrera judicial de Etxarandio, tras una década como abogado, se sitúa en 1994. Entra por el sistema de turnos, puesto en marcha por el entonces Gobierno del PSOE liderado por Felipe González, y se justificó por la renovación de un colectivo de jueces considerado entonces excesivamente girados a la derecha. Sin tener que recurrir a las oposiciones, se buscaba ampliar el espectro ideológico pero el método supuso, a la vez, según medios judiciales, que cada partido tuviera sus cuotas de jueces.
A Etxarandio se le asocia a la cuota del PNV. El es nacionalista, según sus conocidos, y de hecho cambió sus apellidos: el abogado Edorta Josu Herrera Cuevas se convirtió en el juez Edorta Josu Etxarandio Herrera. Primero fue juez en Amurrio (1994-1999), magistrado-juez titular del Juzgado de Primera Instancia nº 2 de Bilbao (1999-2002), magistrado titular de la Sección 1ª de la Audiencia Provincial de Bizkaia (2002-2006) y magistrado titular del Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Bilbao (2006-2008).
[pullquote]Etxarandio fue censurado a finales de 2010 en el concurso de Viajes Marsan por esta empresa, donde era administrador concursal[/pullquote]
Durante su carrera en este juzgado de lo mercantil se encargó de grandes asuntos, como la pugna entre los gigantes eléctricos Iberdrola y EDF, que falló a favor del primero, la quiebra de Fonorte (el sonoro enfrentamiento del constructor Jabyer Fernández con el diputado general de Bizkaia José Luis Bilbao, el empresario que se benefició y perdió con el poder) o de Viajes Marsans. Ya en el lado privado, Etxarandio fue censurado a finales de 2010 en el concurso de Viajes Marsan por esta empresa, donde era administrador concursal, por designar como auxiliar en el concurso a Antonia Magdaleno, una de las directivas del despacho Broseta por el que el ex juez fichó a finales de 2008. Esa relación profesional en el mismo despacho impedía, según establece la Ley concursal, dicho nombramiento. Cuando Etxarandio era juez de lo mercantil, designó en 2008 a Magdaleno administradora del caso de Construcciones Loizate y tres meses después, también formó parte del concurso de la constructora Urazca (una de las primeras quiebras importantes en Euskadi) por designación del juez Edorta Etxarandio. A finales de ese año, fichó por el despacho de abogados de Antonia Magdaleno.
Durante los ocho años de su trayectoria laboral privada, ha mantenido una relación fluida con los jueces de lo mercantil de Bilbao, sobre todo con quien fue su sustituto en el juzgado número 2, Aner Uriarte Codon. elegido hace un año como juez decano.
La influencia de Etxarandio en los juzgados de lo mercantil ha sido significativa, según medios judiciales. Para muestra, la polémica surgida en los últimos años por la designación a dedo de administraciones concursales. Dos de los cinco juzgados de lo mercantil que tramitaron los concursos en Euskadi durante 20012 y 2013 han adjudicado de forma directa al menos un tercio de ellos. En ese listado de adjudicaciones, que fue facilitado entonces por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, aparece la designación de dos concursos a dedo a Rafael Bilbao Sandoval, socio en la empresa Edorta Josu Herrera Rafael Bilbao Sandoval SC, dedicada a actividades jurídicas y con sede en Bilbao. El otro socio es Edorta Etxarandio. La adjudicación fue adoptada por el juzgado de lo mercantil número 2 de Bilbao, en el que Etxarandio fue su titular hasta 2008.
Etxarandio ha retornado a la carrera judicial como magistrado de primera instancia y algo alejado de su círculo de poder en Bilbao. Se ha apuntado que hace ocho años altas instancias judiciales le sugirieron con discreción que se apartara de la magistratura, por lo que su retorno está envuelto de dudas. Habrá que esperar a ver si se acerca de nuevo a la vertiente mercantil.
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