La opacidad del Mundaka Festival: el ayuntamiento oculta el gratis total para los organizadores
El Mundaka Festival, que se celebra por tercer año consecutivo en esta localidad vizcaína, mantiene su opacidad. El Ayuntamiento ha ocultado hasta solo dos días de su inicio los convenios que vuelven a ser un gratis total para los organizadores.la asociación privada Emankor Sarea. El Consistorio de Mundaka suministra la electricidad, agua, recogida residuos e incluso seguridad policial a los organizadores sin cobrar ninguna tasa por ello. Todo lo contrario con cualquier actividad recreativa como son las barracas.
Y como en ediciones anteriores, el polideportivo municipal se cierra durante tres días (este jueves solo se posibilita el acceso al gimnasio y el viernes y sábado queda totalmente clausurado para los vecinos) para su utilización por los grupos musicales y los organizadores. Todo ello en uno de los municipios vascos más endeudados: desde 2013 funciona con un plan de ajuste que le ha obligado a subir las tasas un 3%. En el festival se renuncia a cobrarlas y el evento supone gastos adicionales para el municipio, aunque el alcalde Aitor Egurrola (PNV) siempre ha sostenido que tiene un “coste cero”.
El Mundaka Festival se celebra entre el viernes 28 y el domingo 30 de julio en un acantilado, en la llamada área de Santa Catalina, calificada de especial protección. Tras los problemas de las dos ediciones anteriores con la ley de Urdaibai en esta edición las autoridades se han afanado en preservar su legalidad y han elaborado una norma a su medida. Lo que no ha cambiado es la opacidad: pese a contar con una subvención de 114.000 euros de la Diputación de Bizkaia, hasta la fecha de hoy no se han conocido públicamente los gastos ni los ingresos de los organizadores, la asociación privada Emankor Sarea.
La primera edición, en 2015, se celebró sin ningún permiso del Patronato de Urdaibai, el órgano que gestiona la reserva. Los organizadores pidieron dos semanas antes del festival una consulta al Patronato de Urdaibai. Un informe técnico del Patronato concluyó que el festival cumpliría la ley “siempre y cuando las instalaciones” tuvieran un “carácter no permanente, de titularidad pública y estén destinadas al uso del público de naturaleza recreativa y de esparcimiento”. Los promotores eran privados y no había uso público, puesto que había que pagar la entrada. De hecho los accesos incluso por mar estaban cerrados. Con ese informe, los organizadores no hicieron más trámites y el festival se celebró sin la preceptiva licencia del Patronato de Urdaibai.
El pasado año, se solicitó por vez primera el permiso para la celebración del festival al Patronato de Urdaibai. La petición la tramitó el Ayuntamiento de Mundaka en marzo de 2016 y el informe técnico del Patronato concluyó que el festival “no se adapta” a la ley de Urdaibai, al incumplir el artículo 89, debido a que las instalaciones “no presentan un carácter de titularidad pública”.
La difusión del documento causó un revuelo mayúsculo pero se buscó una solución para sortear la ley. Se ideó un convenio entre el Ayuntamiento de Mundaka y los organizadores, mediante el que el consistorio subrogaba las instalaciones y así se salvaba su naturaleza privada. Un convenio especialmente beneficioso para los promotores:
Esta edición está amparada por el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de Urdaibai, el plan de protección de la reserva de la biosfera, que se modificó el pasado año. Por vez primera hay un apartado sobre el recreo temporal, cuya redacción está hecha a la carta para permitir la celebración del festival. En el artículo 4.4.2.11 del PRUG (página 61), se posibilita disponer de “espacios para el ocio” en las áreas protegidas del litoral con instalaciones “como escenarios y graderíos”. Un traje a la medida del Festival de Mundaka. Al menos este año, porque el PRUG se va a modificar tras el acuerdo adoptado el pasado 14 de julio, aprobado por todos los partidos y asociaciones salvo el PNV.
El Gobierno vasco ha autorizado la celebración del festival pero ha obligado a habilitar un paso en el área de Santa Catalina para uso público durante la celebración del festival. En las ediciones anteriores, todo el área estaba cerrada al público (salvo con entrada) incluso desde el mar hacia las calas de la zona, muy utilizadas durante el verano.
La Diputación de Bizkaia es, además de varios privados, el único patrocinador público del evento. En 2015 aportó 85.547 euros; el pasado año se incrementó hasta los 110.000 y este año aportará 114.000. Lo justifica por la creación de empleo, la promoción de los productos de Urdaibai (en Mundaka los días del festival se celebran actividades gastronómicas) y la atracción de turistas. Pero no hay ningún dato de los gastos ni ingresos de los promotores, llamativa ausencia cuando se concede una subvención. Según la Diputación, los asistentes al festival sumaron 8.000 personas durante los tres días. Lo que no dice es el elevado número de entradas gratuitas que se reparten.
Por vez primera los hosteleros de Mundaka han mostrado este año su protesta por el festival, que apenas les reporta beneficios, y así lo trasmitieron la semana pasada en una reunión con el Ayuntamiento. Los asistentes al festival no pueden salir fuera del recinto. Están obligados a consumir bebidas y comida dentro del área a unos precios bastante más elevados de lo habitual en cualquier establecimiento hostelero.
El alcalde firmó el pasado 20 de julio cuatro decretos para la celebración del festival, cuyo contenido es similar al convenio suscrito el pasado año, con la cesión de instalaciones y servicios de forma gratuita y la exención del pago de tasas. Los documentos no han sido facilitados a los grupos municipales hasta este miércoles, dos días antes del inicio del evento musical.
Por tercer año, la polémica rodea a un acto lúdico, que sería poco criticable si tuviera más trasparencia. No es entendible que el Ayuntamiento de Mundaka espere a dos días antes a entregar los acuerdos firmados con los organizadores y que sea un gratis total para los promotores en un municipio con una deuda importante. Tres años después, pese a recibir más de 100.000 euros de dinero público, los vizcaínos sigan sin conocer los gastos e ingresos del festival. Sería interesante conocer cuántas de las entradas son pagadas y cuántas son invitaciones. Más de lo mismo.
begotxu
27 julio, 2017at9:18 amy dicen que es un ayuntamiento «turistico» permitanme que me ria un rato. Basuras fuera de los contenedores casi a diario, olor a alcantarillado cutre y sucio en todo el pueblo, precios carisimos en todo empezando por alimentacion…….
Rock
27 julio, 2017at9:56 amPor todo lo que has comentado…es un municipio «turístico» 😉
A.M. Garcia
27 julio, 2017at10:30 pmSin olvidar la contaminación acústica durante 24 horas al día durante 4 días de los generadores como camiones de grandes que funcionan con diesel a escasos metros de las viviendas que no solo aportan electricidad al concierto sino a las cámaras para mantener frías las cervezas ( respuesta del personal )
Mundakar bat
29 julio, 2017at12:35 pmSería interesante estar muy bien informados para saber a ciencia cierta si lo que sale en éste artículo es totalmente cierto…
En ocasiones la publicidad confunde a la gente y hace que se cree negatividad.
Mi opinión es positiva ya que nadie aporta pruebas sobre lo leído u oído.
Aúpa josan eta ametz.
Besarkada aundi bat.
Aitor Ibarrola
30 julio, 2017at8:56 pmPero si esto es fácil de desmentir, que Emankor, organización sin animo de lucro, presente cuentas, ingresos, gastos… y ya está, se acaba con toda la polémica y se ve quién miente.
Johny
30 julio, 2017at7:57 pmEscarba más el mundo Emankor sarea y te darás cuenta de que esto es una más a sumar en su ‘escalada’ dentro del ‘con ánimo de lucro’, disfrazado de sin…