Más de la mitad de las plazas de secretarios municipales en Euskadi están vacantes
Más de la mitad de las plazas de secretarios municipales en Euskadi siguen vacantes y están ocupadas por empleados interinos y, en algunos casos, incluso accidentales sin los mínimos conocimientos de Derecho. El porcentaje de vacantes alcanza el 71% en Gipuzkoa, con 63 de sus 88 ayuntamientos con secretarios que no son funcionarios.
Los puestos de los secretarios municipales están reservados en teoría solo para funcionarios con habilitación nacional. Son una figura clave en un ayuntamiento ya que son el garante del cumplimiento de la ley y la llave para evitar desmanes y corruptela.,
Su nombramiento se articula a través de dos concursos. El primero se llama unitario y se hace a la vez en todo España. En Euskadi, la diferencia es que esa convocatoria se realiza a través de las tres diputaciones forales. Y es un proceso que queda mayoritariamente desierto: este año solo se ha nombrado una secretaria en el ayuntamiento alavés de Laguardia.
En los 251 ayuntamientos vascos, un total de 129 puestos de secretarios están sin cubrir de manera fija, según los concursos unitarios resueltos en las últimas semanas por las diputaciones. En Gipuzkoa se alcanza el 71%. En Bizkaia las vacantes alcanzan a 42 municipios (entre un total de 112 consistorios), al que se añade incluso la secretaría de la Diputación vizcaína. En Álava, 24 de sus 51 municipios carecen de una secretaría ocupada por un funcionario de habilitación nacional.
El motivo principal de ese elevado número de vacantes es que en Euskadi se exige el perfil máximo de euskera, lo que descarta a cualquier funcionario de otras zonas españolas. “Y a ello se añade el maltrato histórico que han tenido los funcionarios fuera de Euskadi. Todos prefieren irse a otras comunidades autónomas”, comentan letrados y secretarios que conocen el modelo.
El segundo concurso para nombrar secretarios municipales es el ordinario, que también es convocado por las tres diputaciones, pero a petición de los ayuntamientos. Con tanta plaza vacante, las solicitudes deberían ser numerosas. Pero la realidad es otra, porque los municipios cuentan con trabajadores interinos que llevan en muchos casos 30 años en el puesto. “Quedan muy pocos funcionarios con habilitación nacional que cumplan los perfiles. Los que lo tienen, cuentan con su plaza y no se mueven”. Los ayuntamientos recurren entonces a secretarios accidentales, una solución pensada para situaciones puntuales y de escasa duración, pero que se convierten en puestos estructurales.
Así, hay casos de secretarios accidentales durante décadas en un ayuntamiento. Como publicó este blog, en el polémico municipio de Iurreta se ha nombrado secretaria accidental a una administrativa titulada en Magisterio y sin conocimientos jurídicos, después de haber cesado a una secretaria que alertó de irregularidades en el consistorio. En Zamudio, el animador sociocultural actúa de secretario municipal accidental y autorizó actuar contra un vecino al que el ayuntamiento acosa desde hace 17 años.
En 2015 el Gobierno vasco y las diputaciones decidieron crear un proceso de selección en el Instituto Vasco de Administración Pública (IVAP) con el fin de generar una bolsa de letrados que pudieran acceder a puestos de secretarios e interventores. En esa bolsa, suele haber un centenar de personas, pero no es real, ya que la mayoría están trabajando. Este mecanismo del IVAP es el que debiera utilizarse por parte de los ayuntamientos. Es un sistema rápido, ya que en una semana el consistorio puede disponer de su secretario o interventor.
Sin embargo, la práctica va en otra dirección. Los ayuntamientos optan casi siempre por realizar un proceso de selección, que como mínimo requiere un plazo de seis meses. ¿Cuál es la razón? “En la lista del IVAP, puede acceder al puesto alguien no deseado. A través del concurso, se controla mejor la persona que se quiere para el puesto”, señalan las mismas fuentes.
En este modelo, las figuras clave son los jefes de Servicio del área de Relaciones Municipales de las diputaciones, cargos designados a dedo que disponen de toda la información sobre candidatos a secretarios o interventores, y que son los mediadores con los ayuntamientos para designar estos puestos. “Ofrecen la plaza al alcalde correspondiente. Incluso, al interesado en ocuparla le ofrecen por teléfono a qué ayuntamiento quiere ir”.
Hay casos que ilustran esta singular manera de elección. Según relatan fuentes municipales, el ayuntamiento de Billabona quiso contar con su secretario a través del IVAP, pero al día siguiente renunciaron, tras una llamada de la jefa de Servicio de la Diputación, quien instó a convocar un concurso. En Bizkaia, la Diputación pretendió que accediera una persona en concreto al puesto en el ayuntamiento de Galdakao (gobernado por EH Bildu) pero el consistorio se negó y recurrieron al sistema del IVAP.
No parece nada adecuado que más de la mitad de los secretarios municipales en Euskadi no sean funcionarios. Es un puesto que requiere una total independencia ya que garantiza la legalidad de cualquier actuación municipal. Pero en Euskadi el sistema de nombrar secretarios interinos e incluso accidentales (animadores socioculturales o diplomados en Magisterio actúan como tales sin conocimientos jurídicos) permite tener en muchas ocasiones empleados dóciles para los alcaldes y abre mucho las posibilidades de irregularidades y corruptelas.
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