La Fiscalía pidió hace un año el archivo del caso de los dos exalcaldes de Alonsotegi acusados de corrupción
La Fiscalía de Bizkaia pidió hace más de un año el archivo de la causa contra dos ex alcaldes de la localidad vizcaína de Alonsotegi acusados de corrupción por un “agujero” de 15 millones de euros en el Ayuntamiento. El fiscal entiende que las irregularidades detectadas “no son suficientes para abrir juicio oral”. Pese al tiempo transcurrido, el juzgado de instrucción número 1 de Barakaldo, que inició las investigaciones hace ya 11 años, no ha respondido al ministerio fiscal.
Como ha revelado este blog, este caso lleva bloqueado ya siete años, desde que finalizase la investigación judicial. Los imputados son los que fueron primeros ediles entre 2003 y 2011, Gabino Martínez de Arenaza, quien luego sería director de Turismo y Promoción Exterior de la Diputación de Bizkaia, y su sustituto Aitor Santisteban, ambos del PNV. Junto a ellos, están el arquitecto asesor y un abogado y a todo ellos están acusado de cinco delitos: tráfico de influencias, malversación, fraude, exacciones ilegales y negociaciones y actividades prohibidas a funcionarios.
En la instrucción llama la atención de que los imputados, en estos 11 años, no han sido llamados a declarar por el juzgado, un dato que también destaca la Fiscalía en su petición de archivo.
Este caso se refiere a la sociedad municipal Alonsotegi Eraikiz, en la que el Ayuntamiento se gastó 7,3 millones sin documentación que lo justificara, según los informes de la interventora municipal. Esta sociedad, que funcionó entre 2003 y 2011, dejó al disolverse un agujero de 4,1 millones de euros que fue asumido por el Ayuntamiento en contra de la opinión de la interventora.
“Se desconoce el importe exacto de los gastos en los que la sociedad [Alonsotegi Eraikiz] incurre con motivo de la gestión propia de los asuntos municipales que, a pesar de recogerse en el Capítulo IV del Presupuesto de Gastos del Ayuntamiento, no han sido autorizados, dispuestos ni reconocidos tales créditos”, decía textualmente la interventora. Se refería a facturas sin aprobación, contratación de personal sin conocerse el proceso de selección, datos sobre el IVA diferentes al Ayuntamiento de Alonsotegi y la Hacienda de Bizkaia.
Las investigaciones se iniciaron en 2014 tras una denuncia presentada por EH Bildu y concluyeron en julio de 2018 con el procesamiento de los dos alcaldes de ese periodo entre 2003 y 2011, Gabino Martínez de Arenaza y Aitor Santisteban. Una auditoría externa ha cifrado en 15 millones el agujero económico.
El Tribunal Vasco de Cuentas, que utiliza siempre la mesura en sus informes, fue demoledor en la auditoría que en 2016 realizó sobre la polémica sociedad urbanística. «No ha cumplido la normativa legal que regula su actividad económica-financiera», una frase que casi nunca emplea en sus informes pese a que siempre hay incumplimientos de mayor o menor gravedad de los organismos públicos que fiscaliza. En el informe completo, se censura la deficiente gestión de los dos exalcaldes, con sobrecostes de obras de hasta el 165%, ventas de terrenos por debajo de la tasación, o abonar dos veces la misma factura a una constructora.
Tras el procesamiento (el paso previo a fijar la fecha del juicio) dictado en 2018 por el juzgado de Barakaldo, dos años más tarde la Audiencia de Bizkaia ratificó la celebración de la vista oral contra los cuatro acusados.
La Audiencia vizcaína relataba las ilegalidades principales, como el cobro de la sociedad municipal por la venta de terrenos de un importe de 3,9 millones de euros “sin que se conozcan el destino de dichas cantidades de dinero”; la construcción del campo de fútbol municipal con un sobrecoste del “64 % superior al importe adjudicado” y el abono “de 851.146,94 euros, desconociéndose el destino dado al importe recibido”; o que los servicios de arquitectura del Ayuntamiento “vienen siendo prestados sin ningún tipo de contrato”.
Pero la Fiscalía, que hasta entonces había mantenido las acusaciones, envió al juzgado el 29 de enero del pasado año en el que desestima la celebración del juicio y pide el archivo provisional del caso “al no haber quedado suficientemente acreditados los hechos”.
La Fiscalía argumenta que “no existen indicios suficientes” de que los fondos de la sociedad Alonsotegi Eraikiz se destinasen a otras actividades y, con ello, no hay “indicios suficientes de la comisión de un delito de malversación”.
Sobre el dinero que tuvo que asumir el Ayuntamiento por la deuda de la sociedad, señala que la decisión se tomó de acuerdo a los técnicos y asesores jurídicos. Y agrega que, en relación a las facturas sin aprobación o la contratación de personal sin conocerse el proceso de selección, no ve malversación al no detectarse “sustracción de bienes o caudales públicos” con independencia de que existieran “posibles irregularidades administrativas” que corresponden a la vía contenciosa y no a la penal. Además, agrega que algunas de estas anomalías habrían prescito “por el transcurso de más de cinco años”.
Además de esta causa, los tribunales abrieron otras dos investigaciones más por corrupción en el Ayuntamiento de Alonsotegi en las tres legislaturas que transcurrieron entre 2003 y 2015.
La segunda también está pendiente de celebrarse el juicio, aunque el retraso es mucho menor. Hace poco más de un año, en febrero de 2024, el juzgado de instrucción número 1 de Barakaldo dictó el procesamiento contra el exalcalde Aitor Santisteban (primer edil entre 2007 y 2011 por parte del PNV) y otras cinco personas, el arquitecto externo y cuatro directivos de dos constructoras. Les acusa de pagar 2,5 millones de euros por obras no realizadas y cometer hasta seis delitos.
En se refiere a certificaciones falsas de obras en 2008, cuando se produjeron inundaciones en el municipio. La instrucción del caso, iniciada en 2016, ya ha revelado que Alonsotegi recibió ayudas de casi 2 millones de euros de la Diputación vizcaína y el Gobierno central. Un informe pericial contratado por el Ayuntamiento ha concluido que se pagaron 1,2 millones por obras falsas, como accesos a un campo de futbol sin ejecutar, y que el valor de las obras realmente ejecutadas rondaría los 100.000 euros. La Fiscalía de Bizkaia y el resto de las acusaciones han pedido penas de entre 7 y 9 años de prisión para cada uno de los encausados.
La tercera investigación, paradójicamente la más reciente, ya tuvo juicio y sentencia. En un sorprendente fallo, la Audiencia de Bizkaia dejó sin cargos (ya no estaba otro exalcalde José Luis Erezuma, fallecido antes de la celebración de la vista oral en enero pasado, y cuya responsabilidad penal quedó entonces extinguida) a cuatro acusados. El caso se trataba también de obras falsas ocurrido en noviembre de 2011 tras unas riadas en el municipio de Alonsotegi. Se trata de tres proyectos (dos muros y un sótano) por los que la Diputación vizcaína concedió una ayuda extraordinaria de 600.000 euros.
Incluso uno de los dos constructores encausados Eduardo Ibarra, declaró en el juzgado que las obras no se ejecutaron. “El alcalde nos dijo que nos iba a pagar la deuda que tenía con [su empresa] Laneder pero que había que hacer firmar una serie de papeles y hacer una serie de facturas falsas. Y si no [aceptábamos] nos dijo textualmente: a la cola y ya veremos cuando cobráis y si cobráis. Como ya llevábamos cuatro años que no nos pagaban, al final optamos por firmar y cobrar”. Sin embargo, la Audiencia decidió no fijar ninguna condena.
Nuevos hechos inexplicables en este caso que lleva 11 años de investigación judicial. La Fiscalía (que hasta entonces había asumido las acusaciones de corrupción) pidió hace más de un año el archivo de la causa contra dos exalcaldes acusados de dejar un “agujero” de 15 millones de euros en su municipio. No ve “indicios suficientes” de los graves delitos (como tráfico de influencias, malversación o fraude) y destaca que los acusados no han sido siquiera llamados a declarar. Y el juzgado no ha contestado aún a la petición de archivo. Flaco favor a la Justicia y a los imputados, que no deben padecer la lentitud demasiado habitual de los tribunales.
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