Vial acceso al Guggenheim Urdaibai.

La Diputación impulsa un nuevo acceso al Guggenheim de Urdaibai tras frustrarse el primer proyecto

La Diputación de Bizkaia impulsa una nueva senda de acceso para el nuevo Guggenheim en Urdaibai, tras frustrarse el pasado año el primer proyecto por el rechazo de propietarios a ceder sus suelos. Técnicos forales han mantenido contactos con vecinos para explicarles el proyecto de crear una vía peatonal y ciclista que iría desde Gernika hasta los astilleros de Murueta, donde se pretende instalar la sede del nuevo Guggenheim en la reserva de biosfera, presupuestado en casi 130 millones de euros.

La iniciativa de la senda confirma la firme intención de las instituciones en seguir adelante con el museo, pese a que se está en una fase de “escucha activa” tras la gran oposición ciudadana al Guggenheim. En enero de 2024, el entonces lehendakari Iñigo Urkullu anunció el inicio de un periodo de “reflexión” de dos años sobre el museo. Fue una decisión unilateral sin el beneplácito de su partido, el PNV.

Los técnicos forales, en una reunión mantenida a principios de este mes, aseguraron a los vecinos afectados que se trata de un proyecto “que no tiene que ver con el Guggenheim” y que es una senda entre Gernika y Bermeo. Pero los vecinos han manifestado su desconfianza ya que también les transmitieron que ahora la senda peatonal y ciclista irá solo hasta los astilleros de Murueta.

El proyecto foral pasa por aprovechar el actual trazado peatonal de Gernika al municipio adyacente de Forua y habilitar, a su lado, la vía ciclista en un área verde pegada a la carretera BI-2235, el principal acceso de vehículos en Urdaibai que comunica los dos principales municipios, Gernika y Bermeo.

La iniciativa ha tenido el rechazo de varios vecinos afectados, quienes hace varias décadas cedieron gratuitamente sus terrenos para la construcción del actual acceso peatonal solo con una petición verbal de lograr en el futuro algún aprovechamiento urbanístico. Pero no ha habido contrapartida y ahora se encuentran con que esa área verde, que en algunos casos utilizan para estacionar sus vehículos, quiere emplearse para el acceso al Guggenheim.

En la reunión, los técnicos forales no aportaron ninguna documentación sobre el proyecto de senda peatonal y ciclista pero los vecinos salieron con la impresión de que es una iniciativa en una fase avanzada.

La habilitación de este acceso sería la alternativa al frustrado proyecto de senda peatonal que quiso ejecutarse el pasado año. Se trataba de una vía de menos de 400 metros en plenas marismas de Urdaibai, que iba a partir del llamado corte de la ría (un paseo urbanizado muy utilizado por los vecinos de Gernika, que llega hasta Murueta junto a la ría de Urdaibai) hasta cerca de los astilleros. Incluía un palafito (una estructura de madera) sobre las marismas, la joya natural de la reserva de la biosfera.

La intención era empezar las obras el pasado otoño, pero se paralizó por la negativa de los dueños de los terrenos, vecinos de Murueta, a cederlos.

El Guggenheim ha provocado un gran rechazo social en la comarca de Urdaibai, con numerosas protestas y manifestaciones en estos últimos años. En octubre de 2024 más de 4.000 personas salieron a la calle en Gernika en rechazo a la pinacoteca. El proyecto está además en los tribunales. Grupos locales como Zain Dezagun Urdaibai han presentado denuncias judiciales por la reducción de la zona de servidumbre de 100 a 20 metros (lo que posibilita ejecutar el museo en los astilleros de Murueta) y porque la concesión a los astilleros para su actividad está caducada desde hace siete años. Greenpeace anunció en mayo pasado la presentación de otra denuncia por la reducción de la servidumbre.

Guggenheim Urdaibai Stop, la plataforma creada en febrero de 2023 en contra del proyecto y la más activa, presentó en 2024 una tercera denuncia por la reducción de la protección a 20 metros y lleva en los dos últimos años una intensa campaña de información con charlas en distintos municipios vascos. En sus actos, insiste en que el nuevo Guggenheim es en realidad un pelotazo urbanístico, ya que supone la compra de terrenos a una empresa privada como Astilleros de Murueta cuando debería devolverlos gratis al tratarse de una concesión. Y que se pretende que no pague la descontaminación, como establece la ley vasca de Medio Ambiente, que sería abonada con dinero público.

Desde que se lanzó el proyecto del museo en 2020, se ha caracterizado la falta de transparencia. Tuvieron que pasar cuatro años para que, en 2024, a través de un medio de comunicación privado, se conocieran las líneas principales. Lo difundido desterró la idea de que el Guggenheim se quiera ampliar en Urdaibai a través de dos sedes. El museo solo existiría en Murueta, en la zona donde se ubica Astilleros de Murueta. En Gernika, en la abandonada fábrica de Dalia (que terminó de derruirse a principios de este año), solo se albergaría una zona para adquirir las entradas, un auditorio, una tienda, un restaurante-cafetería, un área de alquiler de bicicletas y un parking.

Las instituciones vascas han anunciado, para intentar frenar el gran rechazo social, que se acometerá un plan de revitalización de Urdaibai. Un plan que los residentes lleva ya más de 26 años esperando tras sucesivas promesas incumplidas. “Otra venta de humo más, como han hecho en los últimos 25 años”, han coincidido agentes sociales y económicos de la comarca.

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