La Fiscalía de Gipuzkoa rechaza clientelismo en las nuevas licencias de pesca de angula
La Fiscalía de Gipuzkoa rechaza que exista un reparto “clientelar” de las nuevas licencias de pesca de angula en Euskadi. Ha archivado una denuncia presentada en enero pasado por el grupo ecologista Mutriku Natur Taldea, que aludía “a la forma ilegal de distribución de licencias de pesca”.
La demanda nace de la delicada situación de esta especie. La Comisión Europea acordó el pasado año restringir la pesca profesional a tres meses a partir de esta temporada -desde noviembre a enero- y prohibir la pesca deportiva de esta especie, que es la que se realizaba hasta ahora en Euskadi.
El fiscal de Gipuzkoa, en un escrito del pasado 3 de julio, afirma que el Plan de Gestión para la Recuperación de la Anguila Europea en Euskadi establece que las licencias de pesca son de carácter personal e intransferible, tendrán un periodo de validez limitado a cada temporada y para su renovación de la misma será indispensable la entrega de la licencia correspondiente a la temporada pasada.
Agrega que estos requisitos se cumplen por lo que “no se aprecian indicios de la ilegalidad invocada en torno a la concesión, distribución y/o renovación de licencias de pesca de angula”. El fiscal constata que el objetivo de limitar el número de licencias “y, por consiguiente, el número de autorizados es acorde a las medidas preestablecidas por el Plan de Gestión”.
Por ello, acuerda el cierre de la investigación abierta y archiva el caso “por falta de indicios de comisión de delito alguno”.
Tras las nuevas restricciones, las licencias para pescar angulas en Euskadi se han reducido a 150, frente al alrededor de 700 que había de pesca deportiva.
Un tercio de los nuevos permisos para la pesca de angulas de forma profesional en Euskadi se adjudicará por sorteo público, según refleja el borrador de decreto para regular la pesca profesional de angula en Euskadi elaborado por el Gobierno autónomo.
El 66% restante de los permisos se distribuirá según unos baremos, en los que se prima que el pescador esté en desempleo, trabaje en el sector con una antigüedad menor a tres años o sea menor de 33 años.
El documento distingue entre profesional activo y profesional pasivo-pensionistas-, con el fin de continuar con la tradición de la actividad y atender así las personas jubiladas que se dedican a ello como afición.
La protección de la angula, como ocurre con tantas otras especies, es primordial para garantizar el ecosistema. Y más en una actividad que se ha convertido en un auténtico negocio, por el alto precio, y ha alentado el intrusismo en las últimas décadas. Ahora, con una regulación de licencias, son imprescindibles los controles e inspecciones por parte de las administraciones públicas que ahuyenten a los furtivos.
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