Dimite el alcalde vizcaíno condenado por desviación de poder al cesar a la secretaria municipal
El alcalde vizcaíno condenado por desviación de poder en el cese de su secretaria municipal ha dimitido y abandonará en marzo su cargo. El todavía primer edil de Iurreta, Iñaki Totorikagüena (PNV), ha enviado este jueves un e mail a sus empleados en el que anuncia su abandono, que será efectivo a partir del 7 de marzo, sin concretar las razones. “Necesito dar un paso al lado, necesito un cambio. Los últimos años han sido duros a nivel profesional y también a nivel personal, también con un problema de salud imprevisto y que no esperaba cuando accedí a presentarme por quinta vez”, asegura.
La renuncia se produce poco más de medio año después de revalidar en mayo pasado su cargo como alcalde, en el que lleva 17 años. Y después de dos varapalos judiciales el pasado año por el controvertido cese de su secretaria. El Tribunal Superior vasco de Justicia declaró nulo el despido ordenado por Totorikagüena en 2020 y meses después ordenó la reincorporación de la empleada.
Fuentes municipales atribuyen a estas sentencias judiciales la salida del alcalde. De hecho, en la campaña de las últimas elecciones municipales, en mayo pasado, pocos meses después de la primera condena, Totorikagüena no participó. Estuvo de baja desde el 27 de abril hasta junio, una vez pasados los comicios y cuando fue reelegido por quinta vez consecutiva.
Su gestión ha estado seriamente cuestionada en los últimos años por la fulminante destitución de la secretaria municipal a finales de 2020, Irma Domingorena. Un mes antes de hacerse efectivo el cese, ordenó que no se diera trabajo a la secretaria mediante un correo electrónico y en día festivo por la noche. Con 18 años de experiencia en la administración pública como letrada y secretaria municipal, la secretaria había desvelado meses antes numerosas irregularidades en el consistorio.
Entre ellas, la autorización al arquitecto municipal para la adjudicación ‘a dedo’ de un contrato a su hija por un valor cercano a los 3.000 euros, sin que acometiera ningún trabajo para el Ayuntamiento de Iurreta. La secretaria detectó además hasta alrededor de 60 contratos menores (los que se adjudican sin concurso y a dedo por ser cantidades inferiores a 15.000 euros) sin que se hubieran cumplido las exigencias legales de control.
El Tribunal Superior de Justicia vasco inició hace casi tres años, en junio de 2021, la investigación para determinar si se ocultaron las razones reales de la destitución de la secretaria municipal y la supuesta desviación de poder del alcalde Iñaki Totorikagüena. Y es que el primer edil argumentó, cuando decidió prescindir de Irma Domingorena, que el Ayuntamiento de Iurreta “se encuentra inmerso en una serie de proyectos estratégicos especialmente complejos en el ámbito urbanístico, organizativo y de Administración electrónica que requieren para su consecución de la prestación de servicios por parte de personal especialmente cualificado; con experiencia y un adecuado conocimiento tanto de la organización como de la idiosincrasia municipal”.
En su sustitución, se nombró, por el llamado mecanismo de acumulación, a la secretaria de la localidad cercana de Amorebieta. Se trató de Aizbea Atela, quien fue juntera (miembro del Parlamento de Bizkaia) en representación del PNV durante 8 años, de 2003 a 2011. Permaneció en el cargo únicamente 13 meses, hasta que pidió ser sustituida. Su puesto fue ocupado por una administrativa, como secretaria accidental, y diplomada en Magisterio, una categoría nada habitual para este cargo, ya que suelen ser técnicos y no administrativos y además con una licenciatura en Derecho o Empresariales que le permite tener conocimientos jurídicos.
El puesto de secretario es clave en un ayuntamiento y un perfil “crítico” es molesto para determinados alcaldes que no quieren “obstáculos” legales en cuestiones como el urbanismo.
Hace poco más de un año, en febrero de 2023, el Tribunal Superior vasco dictó una sentencia que apreciaba desviación de poder por parte del ayuntamiento y declaró nulo el despido de la secretaria, con la restitución a su puesto y el abono de los salarios de la exsecretaria durante los dos años y medio que llevaba sin su trabajo.
Pese a que la sentencia, la afectada continuó sin su trabajo. Por ello, pidió la ejecución provisional de la sentencia referida a su reincorporación. Y de nuevo el Superior, en un auto dictado el pasado 9 de julio, desestimaba los argumentos esgrimidos por el Ayuntamiento de Iurreta, que rechazaba la reincorporación, y ordenó su reincorporación inmediata. El alcalde cumplió entonces el requerimiento y, desde agosto pasado, la secretaria está de nuevo reincorporada a su puesto, aunque actualmente se encuentra de baja laboral.
Totorikagüena no ha incluido a la secretaria entre los destinatarios del email en el que anuncia su marcha. En el escrito, alude a que “soy consciente que he cometido errores y en la medida que os hay podido afectar en vuestro desempeño os pido disculpas”.
Todo indica que el alcalde de Iurreta se va, tras 17 años en el cargo, por los varapalos judiciales tras ordenar la destitución de la secretaria municipal que desveló numerosas irregularidades en la gestión municipal. Fue sentenciado por desviación de poder y estuvo medio año sin cumplir la orden del Tribunal Superior vasco de Justicia de readmitir a la empleada. Tras un nuevo requerimiento judicial, tuvo que dar su brazo a torcer. Ahora quien se va es él y la que se queda es la secretaria. Parece lo justo.
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