El opaco Mundaka Festival ya tiene una plataforma ciudadana crítica con el evento
El polémico Mundaka Festival, que se celebra desde hace cuatro años a finales de julio con subvenciones públicas y ninguna justificación de esos gastos, tiene ya enfrente un movimiento social y vecinal. La asociación Zain Dezagun Urdaibai (creada en defensa de la reserva de la biosfera de Urdaibai) y un grupo de personas han creado una plataforma crítica con el evento musical.
La plataforma ya ha iniciado una serie de actividades de protesta que continuarán este mes de julio y se extenderán hasta la celebración del Mundaka Festival, los próximos días 27, 28 y 29 de julio. El grupo ha difundido un documento en el que resumen en 10 puntos las irregularidades del evento, como el incumplimiento de las leyes de Urdaibai y de Costas, la privatización de un espacio público o los 400.000 euros de dinero público dedicado al festival.
El Mundaka Festival, tres días de conciertos en la reserva de la biosfera de Urdaibai, en la localidad de Mundaka, ha estado envuelto en la polémica desde el principio. El primer año, en 2015, se incumplió la ley de Urdaibai, al rehusar los organizadores a pedir el permiso tras un informe técnico del Patronato de Urdaibai, el órgano que gestiona la reserva de la biosfera, que cuestionaba el evento. En 2016, otro informe técnico del Patronato concluyó que el festival “no se adapta” a la ley de Urdaibai, al incumplir el artículo 89, debido a que las instalaciones “no presentan un carácter de titularidad pública”.
Tras el revuelo originado por el informe, se ideó un convenio entre el Ayuntamiento de Mundaka y los organizadores, mediante el que el consistorio subrogaba las instalaciones y así se salvaba su naturaleza privada. Un convenio especialmente beneficioso para los promotores: el Ayuntamiento de Mundaka suministra la electricidad, agua, recogida residuos e incluso seguridad policial a los organizadores sin cobrar ninguna tasa por ello. Todo lo contrario con cualquier actividad recreativa como son las barracas. A ello agrega la cesión del polideportivo municipal ubicado junto al área del Festival, cerrado tres días para los vecinos de Mundaka. En la última edición, se ha mantenido este convenio del gratis total y los documentos no fueron facilitados a los grupos municipales hasta dos días antes del inicio del evento musical.
Todo ello en uno de los municipios vascos más endeudados: desde 2013 funciona con un plan de ajuste que le ha obligado a subir las tasas un 3%. En el festival se renuncia a cobrarlas y el evento supone gastos adicionales para el municipio, aunque el alcalde Aitor Egurrola (PNV) siempre ha sostenido que tiene un “coste cero”.
Además, los organizadores, la asociación privada Emankor Sarea, nunca ha detallado los gastos e ingresos del festival, pese a que han recibido estos cuatro años casi 350.000 euros de ayuda pública. La Diputación de Bizkaia ha otorgado cerca de 310.000 euros en los últimos tres años: en 2015 vizcaína aportó 85.547 euros y en 2016 la ayuda se incrementó hasta los 110.000; el pasado ejercicio, se elevó hasta los 113.000 euros. El Gobierno vasco, a través del Departamento de Cultura, ha concedido por vez primera, para la edición de 2018, una subvención de 28.775 euros.
Esta última ayuda debería llevar a los organizadores a ser transparentes por vez primera. La subvención del Gobierno vasco, aprobada en un decreto del Departamento de Cultura del pasado 29 de diciembre, obliga a los organizadores a presentar, antes del 31 de marzo (es decir que deberían haberlo hecho), una completa memoria de la actividad, “una relación y balance” de los gastos e ingresos del festival, acompañados de “las facturas o justificantes, originales o copias auténticas de los mismos, correspondientes a la totalidad de dichos gastos e ingresos”. Justo lo que se ha eludido presentar en las tres ediciones celebradas.
La plataforma crítica con el Mundaka Festival ha llevado en la última semana una campaña de colocación de carteles en la localidad, que al de unos días fueron retirados por el Ayuntamiento. Han organizado una charla divulgativa para este próximo 6 de julio en Mundaka y harán un encuentro, el 12 de julio, en la península de Santa Catalina (donde se celebra el festival) para reivindicar el carácter público de ese espacio. Antes del evento y durante su celebración, llevarán a cabo más actos para generar debate entre la ciudadanía.
Las irregularidades de este evento musical han terminado por calar en la ciudadanía, que por vez primera se ha organizado para criticar el Mundaka Festival. Un festival que en su primera edición incumplió la ley, en 2016 se camufló como actividad pública y se celebra sin pagar impuesto alguno a uno de los ayuntamientos más endeudados de Euskadi. Y además ya ha recibido casi 350.000 euros de dinero público sin, hasta ahora, conocer sus gastos e ingresos. Bastante oscuridad.
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