Un juzgado de Bilbao no ve urgente un juicio por salarios impagados y lo retrasa sin fecha

Un juzgado de Bilbao no considera urgente la reclamación de salarios impagados de un trabajador y ha suspendido el juicio sin determinar ninguna fecha debido a la crisis del Covid-19. Una actuación que se suma a la parálisis judicial protagonizada especialmente por Euskadi, que ha sido durante el estado de alarma como la comunidad autónoma española donde el servicio de la Justicia ha estado más parada a consecuencia del coronavirus.

Euskadi ha sido el único territorio donde permanece bloqueada la plataforma telemática que tramita las demandas judiciales, pese a que el Ministerio de Justicia reabrió esta vía el pasado 15 de abril. E incluso la cúpula judicial vasca protagonizó un paripé a finales de abril para ocultar esta realidad: puso en marcha un servicio de cita previa telemática para presentar escritos de demanda sin ninguna validez práctica. Esos documentos no se han podido tramitar  porque no hay posibilidad de teletrabajo y en esas fechas solo estaban en sus puestos el 10% del millar de funcionarios judiciales existentes en Euskadi.

El auto judicial que ha suspendido la vista por los salarios impagados a un trabajador ha sido dictado por el juzgado de lo social número 7 de Bilbao el pasado 29 de mayo. Argumenta que la suspensión de las actividades judiciales desde la promulgación del estado de alarma, el 14 de marzo, establece que la reanudación de juicios, que se pondrá en marcha este lunes 8 de junio, fija como prioritarias la celebración de vistas sobre despidos, la recuperación de horas de trabajo, EREs o la implantación del teletrabajo.

“La situación excepcional”, argumenta el juzgado de Bilbao, “impone la necesidad de priorizar los asuntos pendientes” y conlleva la “forzosa e imperiosa necesidad de proceder a la suspensión de todos aquellos procedimientos que no reúnan esa preferencia normativa como sucedería” con la demanda de este trabajador.

Por ello, acuerda la suspensión del juicio “quedando a la espera de nuevo señalamiento en cuanto sea posible”.

El auto se conoce además cuando, desde el pasado 4 de junio, ya se ha levantado la suspensión de los plazos judiciales pero manteniéndose el acceso restringido al Palacio de Justicia de Bilbao. Fuentes jurídicas han confirmado que incluso abogados y procuradores necesitan cita previa para acceder y los envíos de la documentación entre los procuradores y la sede judicial se tramitan mediante valija. “Hay un convoy de ida y otro de vuelta para que no entren los procuradores por el Palacio”.

El presidente del Tribunal Superior Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, a quien en privado jueces y juristas critican su pasividad y falta de iniciativa para agilizar el funcionamiento de los juzgados durante esta crisis, afirmó el jueves pasado, en una entrevista en Radio Nacional de España, que en Euskadi estaban suspendidos cerca de 20.000 juicios. Ibarra dijo que se iba a iniciar la elaboración de un plan para ver si se resolvía este atasco en un plazo de dos años.

En otros lugares de España, ha habido mucha más agilidad. Un juez de Córdoba, Antonio Rodríguez, reveló el pasado jueves en su cuenta de twitter (@antoniojrod72) que ya ha celebrado seis juicios telemáticos, “he reorganizado la agenda de los próximos dos años y he profundizado en expediente digital”.

Algo funciona bastante mal en la Justicia vasca cuando no es urgente resolver el impago de salarios a un trabajador, un dinero que, tal vez, sea imprescindible para su situación vital. Y que sea más prioritario resolver un conflicto de teletrabajo. Tampoco es de recibo que mientras un juez de Córdoba haya organizado su trabajo para los dos próximos años, en los juzgados vascos aún ni exista un calendario para esos 20.000 juicios pendientes y se hable de un plazo de, nada más y nada menos, que dos años. ¿O es que en estos casi tres meses del estado de alarma no ha habido tiempo para elaborar un calendario de celebración de vistas y trámites judiciales?