La Diputación de Bizkaia exige a una familia de Zierbena pagar 5 veces más por gastos urbanísticos
La Diputación de Bizkaia ha llevado a juicio a una familia de Zierbena a quien exigió pagar casi cinco veces más por gastos urbanísticos. La sociedad foral Azpiegiturak reclama el pago de 1,5 millones de euros por un plan urbanístico de 90 viviendas en el que años después ha ofrecido suelo por una cantidad casi cinco veces inferior.
La historia se remonta a principios de la década de 2000 cuando el empresario Jabyer Fernández (condenado tras un fuerte enfrentamiento con la Diputación vizcaína) contactó con los propietarios de suelo con el fin de construir chales adosados de lujo en un área de casi 64.000 metros cuadrados en Zierbena. Era la época en la que Fernández tenía un trato directo con los responsables de la Diputación, tras haber promovido el frustrado proyecto Afer de construcción de pisos en serie.
El empresario ofreció un precio muy inferior al del mercado y los propietarios (que tenían 3.500 metros cuadrados en el área), tras pedir referencias a otras empresas, rechazaron la oferta.
Sorpresivamente, poco después, la sociedad pública de suelo de la Diputación vizcaína, Bizkailur, contactó con los propietarios para la compra de su suelo con el fin de construir viviendas de protección oficial, además de libres. Le ofreció casi 2,9 millones de euros, similar a los precios que había en el mercado y el doble de la oferta del empresario Jabyer Fernández, que rondaba los 1,4 millones de euros. El contrato privado se firmó en mayo de 2005.
Con el fin de descartar cualquier problema, los dueños trasladaron el acuerdo al pleno municipal de Zierbena para que el Ayuntamiento conociera la operación y cerciorarse de que era acorde con el interés público. El pleno aprobó, en una sesión celebrada en julio de 2005, el contrato privado suscrito.
La sorpresa vino años después cuando se diseñó una auténtica operación de ingeniería urbanística con la urbanización de la zona. Cuando se realiza una operación de construcción de viviendas, se repercuten gastos a los propietarios por la urbanización y el valor de sus viviendas por parte de las administraciones. En este caso, quienes tenían que pagar era la sociedad foral Azpiegiturak (propietario del resto del suelo de la promoción) y estos propietarios.
La valoración de los suelos hizo que los afectados tuvieran que pagar casi 1,5 millones a Azpiegiturak, que se encargó de la urbanización. Es decir, al final obtenían prácticamente el dinero que les ofreció inicialmente el empresario Jabyer Fernández. Esa valoración quedó aprobada definitivamente en 2011 por el Ayuntamiento de Zierbena.
Los propietarios no se enteraron de ello hasta finales de 2013, cuando reciben un decreto del Ayuntamiento, que les da un mes para pagar 1.484.957,78 euros.
Como ya habían pasado los plazos para recurrir, contactaron con la sociedad Azpiegiturak para acometer de forma aplazada el pago de la deuda. En un acuerdo suscrito en 2015, pactan el pago de los casi 1,5 millones de euros durante 17 años, de forma que el abono concluiría en 2029.
La sorpresa llegó en 2018, cuando la sociedad foral Azpiegiturak pone en venta terrenos suyos de esa urbanización, pero con una valoración casi cinco veces inferior. La consecuencia es que complicaba a los afectados la venta de su suelo para viviendas, ya que cualquier promotor se quedaría con la zona de Azpiegiturak, al tener el precio mucho más bajo.
Llama la atención la reducción del precio exigido por la empresa pública. En 2005 pagó una media de 479 euros por cada Unidad de Aprovechamiento (una figura urbanística para determinar el precio administrativo en las promociones) y en la subasta de 2018 lo redujo a 97 euros por Unidad de Aprovechamiento, lo que supone una pérdida de dinero público.
Un informe pericial encargado por la familia afectada, realizado el pasado año, concluye que se trata de “de imponer unas cargas desmesuradas a un suelo de un particular, cuando estas mismas no se imponen a un suelo para la Administración aún con los mismos usos y en zonas colindantes y de iguales características”. Agrega que se rompe con el “principio básico de equidistribución” que rige el urbanismo “causando un claro perjuicio económico al propietario particular”.
Los afectados volvieron a contactar de nuevo con Azpiegiturak para renegociar la deuda y siguieron pagando los plazos de ese ejercicio, 2018. Hubo numerosas reuniones e incluso la sociedad foral suspendió el pago de los plazos después de que los afectados amenazaron, en un escrito dirigido a la directora gerente de Azpiegiturak, Itziar Garamendi, con la presentación de una demanda por prevaricación y malversación de caudales públicos. Además, Azpiegiturak paralizó la venta del suelo colindante, que sigue sin impulsarse hoy día.
El pasado año ambas partes llegaron a un acuerdo verbal para desbloquear la situación, en la que los afectados renunciaban a promover vivienda libre y la convertían en vivienda protegida para jóvenes. De esa manera, no tendrían que pagar los 1,5 millones. Pero el Ayuntamiento de Zierbena ha rechazado el plan.
Finalmente, Azpiegiturak presentó, en febrero de 2022, una demanda civil a los afectados que paguen la totalidad de los 1,5 millones de euros, sin ninguna rebaja. Los propietarios han abonado hasta ahora más de 520.000 euros (dejaron de pagar desde 2019), que suponen los gastos similares a los que exigió la sociedad foral a los terrenos colindantes. El juicio ya se ha fijado para junio.
Los asuntos urbanísticos son extremadamente complejos. Por ello, y por la importante componente económica, es donde se suceden las irregularidades. En este caso, la afectada es una familia de Zierbena que vendió un solar para construir 90 viviendas y que debe abonar casi cinco veces más en gastos urbanísticos. Y en medio, una sociedad pública de la Diputación, Azpiegiturak, dispuesta a perder dinero público en esta operación.
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