El juez aparta al Ayuntamiento de Zaratamo del caso de las contrataciones ilegales
El juez ha retirado al Ayuntamiento de Zaratamo de la causa de contrataciones ilegales en el municipio, por el que están procesados los dos anteriores alcaldes debido a un delito de prevaricación. El magistrado que investiga este caso aduce que no es “perjudicado directo”.
Como ha informado este blog, la Fiscalía de Bizkaia ha pedido hasta 12 años de inhabilitación para los dos anteriores alcaldes del Ayuntamiento vizcaíno de Zaratamo y el abogado municipal. Les acusa del delito de prevaricación debido a contrataciones ilegales durante 10 años. La petición de la Fiscalía es la antesala de la celebración del juicio oral, cuando han pasado tres años del inicio de la investigación judicial.
El caso surgió tras la denuncia del anterior secretario municipal sobre los contratos suscritos con un abogado externo, que sumaron más de medio millón de euros. “Estaríamos ante un supuesto de fraccionamiento de contratos con la finalidad de acudir a procedimientos de contratación más laxos”, concluye la investigación judicial
La principal responsabilidad recae en el anterior alcalde y exconcejal Jon Ajuria, quien representaba a la candidatura independiente Gure Herria. El juzgado de instrucción número 6 de Bilbao le culpa de fraccionar los contratos del abogado externo entre 2011 y 2019 (los ochos años que estuvo como alcalde) pese a los sucesivos informes contrarios del secretario municipal, que advirtió que se superaba el importe económico legal y que prácticamente se adjudicaron a dedo.
El caso surge tras una denuncia, presentada en 2020 ante la Fiscalía de Bizkaia, por parte del anterior secretario municipal (jubilado hace más de dos años), referida a las contrataciones del entonces abogado externo del Ayuntamiento, Álvaro Cueto, quien actualmente ya es empleado municipal. El exsecretario consideraba ilegales los contratos suscritos con el abogado por realizarse sin convocatoria pública y utilizando el fraccionamiento durante esos 9 años.
El auto del juzgado de instrucción 6, fechado el 7 de junio del pasado año, señala que las irregularidades comienzan en 2010, cuando era alcalde Roberto Ibarretxe, en representación de Eusko Alkartasuna. Afirma que entonces se suscribe un contrato por dos años que excede el límite legal de 60.000 euros (que obligaba entonces, señala el juez, a una convocatoria pública y no a una invitación a tres ofertas) y alcanza los 81.000 euros. Ese contrato no tiene ningún reparo del secretario municipal y es avalado por tres personas, entre ellos el entonces alcalde, quienes durante la instrucción han atribuido la aprobación a un “error” por no haber mirado la documentación.
El juez centra las acusaciones en el anterior primer edil Jon Ajuria, quien al entrar en la alcaldía en 2011 ya firma un nuevo contrato con el abogado externo sin expirar el anterior. Desde entonces va suscribiendo sucesivos contratos con el letrado para asuntos urbanísticos, en algunas ocasiones sin continuidad, lo que provoca que el abogado esté trabajando sin contrato, pero percibiendo 3.400 euros mensuales, sin contar el IVA. El secretario municipal, que realiza su primer reparo a estas adjudicaciones en 2015, vuelve a emitir informes contrarios en 2018.
Con la entrada del actual alcalde, de EH Bildu, en 2019, se decide prescindir del abogado. Pero el letrado presentada una denuncia y el Ayuntamiento, sin ni siquiera ir a juicio, decide readmitir al abogado. Una decisión que, como argumenta el juzgado, tiene la raíz en las irregularidades contrataciones, que “suponen la quiebra de los principios que han de regir la contratación pública y porque finalmente produjeron la ocupación de la plaza” de letrado asesor “por el Sr. Cueto”.
El juez concluye que se creó “la apariencia de cumplimiento de la legalidad y lograr de esta manera alcanzar el resultado idéntico en todos ellos: la contratación del Sr. Cueto a razón de 3.400 euros al mes (3.409 euros en el último contrato)”.
“La finalidad perseguida era la contratación del Sr. Cueto para la prestación de servicios de asesoría jurídica a razón de 3.400 euros al mes, recurriendo para ello al procedimiento negociado sin publicidad aún a sabiendas de que no se cumplían efectivamente los requisitos legales para ello, por ser éste un procedimiento más sencillo y manejable al no tener que realizarse una oferta pública. Todo ello con quiebra de los principios que han de regir la contratación pública”, agrega.
La tercera persona que irá a juicio es el abogado municipal Álvaro Cueto, que en un principio no fue encausado por error, y también está acusado de prevaricación.
La Fiscalía, en el escrito dictado el pasado 13 de febrero, solicita la mayor pena para el anterior alcalde Jon Ajuria, un total de 12 años de inhabilitación para cargo público por un delito continuado de prevaricación. Al abogado municipal le pide 11 años de inhabilitación también por el delito continuado de prevaricación y otro de prevaricación. El exalcalde Roberto Ibarretxe recibe la pena menor, al considerar que comete solo prevaricación, por lo que le pide 7 años de inhabilitación.
La última actuación del juzgado se ha referido a retirar como acusación particular al Ayuntamiento de Zaratamo, como había pedido la defensa del exalcalde Roberto Ibarretxe. El titular del juzgado de instrucción 6 de Bilbao, en un auto dictado el pasado 21 de agosto, ha apartado al Consistorio por no ser perjudicado “no siendo suficiente, al no estar evaluable económicamente, el mero daño reputacional que se alega”.
El caso de las contrataciones ilegales en el Ayuntamiento de Zaratamo se acerca a la celebración del juicio oral, en el que no estará el Consistorio al ser apartado por el juzgado. Estamos ante un ayuntamiento que se salta a la torera la contratación externa, en este caso de un abogado urbanista durante 10 años, quien llega a trabajar y cobrar incluso sin contrato en vigor. El viejo ardid de fraccionar contratos para evitar una convocatoria pública y nombrar a quien interesa al alcalde de turno.
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